La Fundación estrena un nuevo espacio exterior acondicionado para la realización de terapias, de actividades de ocio y de encuentro para las personas con discapacidad intelectual, del que van a poder disfrutar, especialmente, las 40 personas que acuden al Centro de Día del Cabezo.
Cualquier persona que entra por la puerta principal de la Fundación percibe rápidamente que algo ha cambiado en la conocida “Plaza del Pilar”. Ahora encontramos un espacio nivelado, más seguro y accesible, más amplio.
De inmediato, se ven los parterres plantados con coloridos arbustos y, en la valla que delimita el exterior, se descubren los árboles recién llegados, que pronto ofrecerán su sombra para aliviar los rigores del verano. El visitante va descubriendo que la Plaza también se ha poblado de bancos, papeleras, mesas, sillas….
Un entorno que hasta antes de la pandemia era un aparcamiento y zona de paso, ahora invita a sentarse y disfrutar de una buena conversación; brinda la oportunidad de dar un paseo y se abre para hacer un poco de ejercicio físico, aunque forme parte de las exigencias terapéuticas, que se han convertido en un ritual más apetecible desde que se ha producido el cambio.
La Plaza del Pilar se ha llenado de vida. Personas solas o en grupo disfrutan a diario de la renovación; mientras, todos nos hacemos un poco más conscientes de que los recién llegados árboles y los arbustos están haciendo que la Fundación contribuya, con su granito de arena, a la reducción de la huella de carbono.
Este proyecto ha sido posible gracias al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia; financiado por la Unión Europea – Fondos NEXT GENERATION EU y gestionado por la Consejería de Familia, Juventud y Política Social de la Comunidad de Madrid.